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  • Foto del escritorDra. Raquel Campos

SEXUALIDAD SIN EMBARAZO, O MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS


ALGO DE HISTORIA.


El poder mantener relaciones sexuales y evitar los embarazos se ha buscado desde que el hombre es hombre (y la mujer es mujer). Hasta que no se sabe que el acto sexual deriva en la gestación, se atribuía a la descendencia un origen divino, pero cuando se estableció la relación entre el acto sexual y la procreación, se buscaron maneras de controlar la natalidad.



Como casi siempre, las primeras referencias sobre anticoncepción se remontan al Antiguo Egipto, en los papiros de Petri o Nahum(1850aC), Ebers (1550aC) en las que se utilizaban métodos como las preparaciones en forma de pasta de excrementos de cocodrilo o elefante, o los pesarios con goma arábiga obtenida de las acacias y miel (que con lo que sabemos actualmente podríamos decir que la miel actuaría como adhesivo que formaría un efecto barrera y el ácido láctico que se deriva de la fermentación de los azúcares actuaría como espermicida)


En la antigua Grecia, según Hipócrates, en su tratado “Enfermedades de la mujer” (460aC), ya habla que la mujer es fértil pasada la regla pero no antes (aunque no es del todo cierto se acerca al control de la natalidad según el ciclo) y según Aristóteles (384-322aC), se utilizaban pastas formadas a base de goma de cedro, miel, aceite de mirto, granada pulverizada, corteza de pino y tampones de lana impregnados en vino, así como se recomendaba el realizar ejercicio (saltar, mover ruedas de molino...) después del coito.

La primera referencia escrita en el mundo occidental viene de la mano del Génesis 38:8-10


La Biblia de las Américas

8 Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y cumple con ella tu deber como cuñado, y levanta descendencia a tu hermano. 9 Y Onán sabía que la descendencia no sería suya; y acontecía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, derramaba su semen en tierra para no dar descendencia a su hermano. 10 Pero lo que hacía era malo ante los ojos del Señor; y también a él le quitó la vida.

Y curioso, de Onán deriva el onanismo, práctica sexual que nada tiene que ver con lo que aquí se describe, que sería el Coitos interruptus


¿Y qué hacían en Oriente?

La primera referencia en un texto chino es de Sub Sun Mu, que recomienda tomar una píldora realizada con algo de aceite y mercurio. Evidentemente los resultados eran la mayoría de las veces mortales.

Las mujeres indias usaban sal de roca bañada en aceite, miel, o también excrementos de elefantes.


Y en muchas culturas y sobre todo en la Edad Media, se asociaban amuletos, como testículos de comadreja que debían llevar las mujeres puestos sobre los muslos, fragmentos de huesos del lado derecho de un gato negro, o cera de mula para impedir un embarazo. Incluso se recomendaban algunas prácticas, como el dar 3 vueltas alrededor de donde había orinado una loba preñada…….








Afortunadamente la ciencia nos ha dado métodos más seguros para evitar embarazos no deseados y poder mantener una práctica sexual segura.


MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS


Podemos diferenciar los métodos anticonceptivos según como actúan:

1- Barrera, mecánicos o químicos: Son métodos que evitan el paso de espermatozoides y de micororganismos por el aparato genital.

2- Hormonales: Evitan la ovulación, por lo que no es posible la fecundación

3- Dispositivos intrauterinos: Por efecto de cuerpo extraño evitan la implantación del óvulo fecundado y dificultan el paso de espermatozoides

4- Naturales: Basados en los cambios físicos que se dan durante el ciclo hormonal de la mujer, etc

5- Métodos quirúrgicos: Consisten en intervención que interrumpen el paso de espermatozoides y se consideran como “definitivos”

Cada uno de ellos va a tener una diferente seguridad y fiabilidad, así como cada uno de ellos va a ser el de elección en función de cada mujer. No todos los métodos sirven para todas las parejas, ni todas las parejas prefieren los mismos métodos.


Para elegir qué método es el mejor debemos tener en cuenta:

· La eficacia

· La seguridad

· La reversibilidad

· La complicación de uso

· La relación con el coito

· El precio y la disponibilidad


La elección del método deberá hacerse de forma consensuada con la pareja y con conocimiento de los beneficios y riesgos de cada método y en cada momento vital.

El poder disfrutar de nuestra sexualidad muchas veces precisa del uso de un método para evitar embarazos, ya que la reproducción es parte inherente de la sexualidad, pero no exclusiva.


No debéis dejar de consultar cual sería vuestra primera opción en cada momento con especialistas que os aconsejen.

En los próximos artículos os explicaré más detalladamente cada uno de ellos.


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